El Hospital Carlos van Buren de Valparaíso conmemoró este 19 de marzo el Día del Auxiliar de Servicio, rindiendo homenaje a quienes desempeñan un rol esencial en el funcionamiento de la institución. La directora del recinto, Dra. Dafne Secul Tahan, destacó que los auxiliares de servicio son una pieza clave en el engranaje hospitalario, siendo responsables de diversas tareas que impactan directamente en la atención y bienestar de los pacientes.

Dra. Secul Tahan aseguró que “no solo cumplen tareas operativas; son parte integral del equipo que cuida a nuestros pacientes. Su compromiso y esfuerzo merecen todo nuestro reconocimiento”.

Voces que narran historias de dedicación

En ese marco, dos auxiliares de servicio compartieron su testimonio de lo que ha sido su trayectoria en el principal recinto hospitalario de la región de Valparaíso.

Alejandra Herrera, una de las auxiliares más experimentadas del hospital, compartió su historia de vida y trabajo. Con 37 años de servicio, Alejandra comenzó su carrera en 1988 en la Lavandería del hospital, gracias a un aviso que recibió de su madre. Desde entonces, ha sido testigo de múltiples cambios en su área y ha asumido diferentes roles a lo largo de los años.

“Empecé en el área donde llegaba la ropa sucia y también trabajé en manipulación, doblando ropa y revisándola antes de distribuirla. Todo se hacía acá mismo, porque en ese tiempo no estaba externalizado como ahora”, recordó la funcionaria. Con el tiempo, fue trasladada al taller de costura, donde sus funciones cambiaron significativamente. Allí se dedicó a reparar y confeccionar indumentaria hospitalaria, como chaquetas y delantales, además de adaptar equipos según las necesidades específicas de los servicios.

Durante la pandemia de COVID-19, Alejandra asumió un desafío inesperado: liderar la confección de mascarillas reutilizables. En un contexto global de escasez, ella junto a su equipo y voluntariados, fabricaron más de 5.000 mascarillas para el personal del hospital. “Fue un momento histórico. Decidí quedarme y trabajar en esto, incluso dejando a mi mamá sola en casa, porque entendía la importancia de lo que estábamos haciendo”, relató con orgullo.

La experiencia en emergencias

Por su parte, Marco Sandoval, auxiliar de servicio en la Unidad de Emergencias Adulto desde 2003, destacó el aprendizaje y las conexiones humanas que ha adquirido en sus dos décadas de trabajo. “Aquí he aprendido muchísimo. Nosotros somos responsables de movilizar a casi todos los pacientes de la unidad, así como gestionar documentos y recetas. Es un trabajo que requiere constante capacitación”, explicó Sandoval.

La pandemia marcó un antes y un después en sus labores, enfrentando desafíos como el estrés por el riesgo de contagio. Sin embargo, señaló que el hospital les proporcionó las herramientas necesarias para protegerse y continuar con sus tareas esenciales. “Fue una etapa compleja, pero el apoyo del hospital fue clave para sentirnos tranquilos dentro de nuestra labor”, agregó.

Sandoval también reflexionó sobre las relaciones humanas que se forjan en este tipo de trabajos: “Es como una segunda familia. Pasamos gran parte de nuestras vidas aquí, incluso en momentos críticos como terremotos o pandemias. Esa camaradería es invaluable”.

Reconocimiento a una labor indispensable

La conmemoración del Día del Auxiliar de Servicio no solo busca reconocer la dedicación diaria de estos trabajadores, sino también visibilizar la importancia de su rol dentro del sistema hospitalario. Desde quienes reciben y manipulan ropa en lavandería hasta quienes movilizan pacientes en unidades críticas, entre otras actividades, los auxiliares son fundamentales para garantizar el buen funcionamiento del hospital.