
Médico oftalmólogo del Van Buren entrega recomendaciones para ver el eclipse de forma segura
El Dr. Manuel León, jefe de dicho servicio del centro asistencial, indicó que el daño que puede provocar la intensa luz del sol no provoca dolor ni molestia pero puede llegar a ser irrecuperable.
Una serie de recomendaciones y observaciones entregó el jefe del servicio de Oftalmología del HCVB, Dr. Manuel León, para presenciar el eclipse solar de manera segura. En ese sentido, el médico enfatizó en la necesidad de usar filtros certificados para la visualización.
El facultativo indicó que “los anteojos de sol que habitualmente ocupamos para andar en la calle no protegen de mirar el sol, las accesorios para mirar el eclipse son especiales con filtros diseñados para ese propósito que protegen el ojo y otras estructuras. Tampoco podemos mirar directamente el sol a través de un telescopio o cámara porque también nos va a provocar daños, en ese caso, esos elementos también deben estar protegidos”.
A lo anterior, León añadió que “algunas veces dan recomendación de mirar por un filtro ahumado o una radiografía, eso no sirve, deben ser autorizados por normas ISO”.
Riesgos
Con respecto a los riesgos, el médico explicó que “hay un momento en que la luna cubre completamente el sol, ahí es un momento que no hay riesgo pero son unos pocos segundos, después comienza a aparecer el sol y aunque sea una creciente muy pequeña, que quizás creamos que no nos puede hacer daño, si pude provocarlo en nuestros ojos”.
En esa línea, el profesional dijo que “la luz del sol lo que provoca es un daño directamente en la retina, que es donde están los foto receptores que son los que captan la luz y transmiten finalmente lo que vemos hacia el cerebro, ese daño puede ser parcial o permanente que puede alterar la visión de colores, de las formas e incluso provocar la ceguera de los pacientes, no hay un tratamiento en sí más que esperar la recuperación pero, si el daño es muy intenso, va a ser permanente e irrecuperable”.
Finalmente, el oftalmólogo señaló que “una cosa importante de destacar es que el daño que se va produciendo no provoca ninguna molestia, ningún dolor, uno mira la luz, el sol, eso puede molestar cuando uno lo mira directamente pero el daño es irreversible, no se va a mejorar con lavarse, colocarse alguna gota o tomar medicamento, lo más importante aquí es prevención, no mirar directamente el sol”.