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25 de Julio de 2019

Taller del Hospital Van Buren ayuda a pacientes laringectomizados a retomar sus quehaceres cotidianos

Con el apoyo profesional de una fonoaudióloga y una psicóloga del Servicio de Otorrinolaringología de nuestro Hospital, un grupo de personas que perdió la voz debido a la extirpación de la laringe trabaja para recuperar la habilidad comunicativa y apoyarse mutuamente frente a la adversidad.

 

Agradecidos del Departamento de Audición y Lenguaje del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Van Buren están los pacientes que han perdido su laringe debido al cáncer, ya que les ha ayudado a recuperar su capacidad para comunicarse y poder así retomar sus actividades cotidianas, generando lazos entre ellos para poder apoyarse mutuamente ante la adversidad de las secuelas de sus enfermedades.

 

La iniciativa, que está a cargo de la fonoaudióloga Carolina Valdenegro, junto a la psicóloga, Valeria Ferrada del Hospital Carlos Van Buren, acoge a un grupo de pacientes que fueron laringectomizados en distintos años para extirpar el cáncer que les afectó el órgano que entre otras funciones les permite hablar, con el fin de ayudarles a recuperar la capacidad de comunicarse a través de la técnica de erigmofonación y así tratar de retomar sus actividades cotidianas.

 

La fonoaudióloga del HCVB, Carolina Valdenegro, explica que “me tocó hacerme cargo de este taller que en una primera instancia, se había pensado solamente para el trabajo con fonoaudiólogo con un objetivo netamente basado en la comunicación de las personas laringectomizadas totales pero en el camino, me fui dando cuenta que había otras cosas que eran necesarias abordar, entonces empezamos a trabajar en conjunto con la psicóloga, Valeria Ferrada, desde el año 2007 y hasta la fecha seguimos en este taller que tiene una modalidad grupal, donde ellos empiezan a aplicar, complementar y potenciar la técnica de erigmofonación”, previo a un trabajo de manera individual.

 

La profesional detalla que entre 8 o 9 pacientes son los que participan por sesión “pero que no todos vienen todas las semanas, son 4 o 5 que vienen semanalmente y los demás participan cada 3 o 6 meses o una vez al año, dependiendo de las posibilidades que tienen para acceder acá”. En estos momentos participan solo varones pero también ha habido mujeres.

 

Apoyo psicológico

 

Si bien, el taller en sus inicios comenzó enfocado al tema de la comunicación, con el tiempo sumó a la psicóloga, Valeria Ferrada, para abordar otros aspectos de la recuperación de los pacientes laringectomizados.

 

Valeria Ferrada señala que “mi trabajo básicamente es complementar la labor de la fonoaudióloga, yo como psicóloga otorrino trabajo en las patologías a nivel transversal, mi tarea es potenciar el área psicológica y trabajarla, en una primera etapa de mucha contención, en el postoperatorio, durante su estadía en sala”.

 

La psicóloga expone que “en el caso de pacientes que empiezan a cursar algunos cuadros desadaptativos, ansiosos o depresivos, la fonoaudióloga me los deriva de forma individual y paralelamente, cuando ingresan al taller, siguen trabajando esas áreas y otras como el tema del duelo, sobre todo asociándolo a la pérdida de un órgano y la habilidad para comunicarse, además, el proceso adaptativo de reincorporarse a lo cotidiano, volver a recuperar la autonomía”, entonces, añade “comienzan a darle un nuevo significado de pertenecer a un grupo, para ellos es tremendamente poderoso el hecho de saber que hay otro que también pasó por lo mismo que quizás lo pasó más mal, entonces se apoya, se motivan, la cohesión grupal aquí es fundamental”.

 

Ejemplos de superación

 

El grupo de personas que conforman el taller su un gran ejemplo de resiliencia que, gracias al apoyo mutuo y profesional, intentan superar las circunstancias traumáticas de la laringectomía.

 

El porteño del cerro Placeres, Alfredo Estay, perdió su laringe hace cuatro años, profesor que trabajó muchos años en el Colegio San Pío X y la Escuela 21 de Mayo de Valparaíso, quien junto con expresar su agradecimiento que le ha brindado el HCVB, comenta que “a pesar de que esto es terrible y no se lo doy a nadie, uno continúa  vivo y hay que seguir viviendo, la vida hay que enfrentarla como sea, con todas las dificultades que trae este problema de los laringectomizados. Fuera de agradecerles la atención, les digo que son muy valiosos, yo me saco el sombrero frente a la gente que trabaja en el Hospital Van Buren”.

 

Iván Navarro de 71 años proveniente de El Belloto, es otro gran ejemplo de superación que, a pesar de haber perdido su capacidad de hablar, trabaja en el área administrativa de la sucursal del rodoviario porteño de la empresa Pullman Bus.

 

Yo trabajo en la parte administrativa, mis compañeros me han ayudado harto. Por intermedio del hospital me operaron y las profesionales del taller me fueron a visitar a la sala y me invitaron a venir, una vez que yo estaba mejor empecé a venir y me gustó mucho porque me ayudaron a sacar la “voz” y me enseñaron, estoy muy agradecidos de ellas y del hospital”.

 

El apoyo de otras personas que actualmente han sido laringectomizadas también es parte del quehacer del taller, como comenta Gustavo Maynau, “después de la operación empezamos a venir al taller para practicar el tema de la erigmofonación, entonces, cuando ya aprendimos un poco la técnica, comenzamos a ir a la sala para dar un poco de ánimo a quienes están recién operados para que ellos vean lo que uno está haciendo y sepan que también pueden hacer lo mismo porque después de la operación, uno queda pésimo moralmente porque pierde el habla pero para eso tenemos a la fonoaudióloga que nos enseña”.