En una iniciativa que busca mejorar el bienestar físico y emocional de las personas, un grupo de voluntarios realiza terapias de Reiki a pacientes y funcionarios del departamento de Oncología del Hospital Carlos van Buren. Esta acción, coordinada a través de la Unidad de Participación Social del hospital, ha sido valorada positivamente tanto por el personal como por los pacientes.

Marcela Letelier, encargada de Participación Social del hospital, destacó la importancia de este tipo de iniciativas voluntarias y animó a otras agrupaciones a ofrecer sus servicios al centro asistencial. “Es una forma de enriquecer el cuidado integral que entregamos”, afirmó.

Mario Arzola, maestro y terapeuta en Reiki Usui Shiki Ryoho, encabeza la iniciativa. Según Arzola, su motivación para iniciar el voluntariado surgió tras observar los beneficios que el Reiki aportaba a una paciente oncológica. “Reiki trabaja en las personas como un todo, equilibrando cuerpo físico, mental, emocional, espiritual y áurico”, explicó.

El equipo de voluntarios, compuesto por maestros como Mauricio Ruiz, Juan Tobar, Omara Vargas, Jocelyn Mella, Tabatha Acevedo y Mario Arzola, comenzó ofreciendo sus terapias a los funcionarios del hospital. La respuesta positiva los llevó a extender el servicio a los pacientes oncológicos, quienes también han mostrado una gran receptividad.

Raquel Guerrero, auxiliar de servicio de oncología, compartió su experiencia positiva con la terapia de Reiki. “Fue enriquecedor”, comentó. “Me ayudó a relajarme y reducir la ansiedad que genera el trabajo diario”. La funcionaria recomendó la terapia a sus colegas, destacando su capacidad para aliviar el estrés laboral.

Los voluntarios expresaron su gratitud por la oportunidad de ofrecer apoyo a cada persona tratada. “Agradecemos profundamente al Universo por iluminar este hermoso camino junto a nuestros pacientes oncológicos”, concluyó Arzola.